Crece la militarización en el mundo

Para resolver las diferencias crece la militarización, siendo que en las guerras las partes generalmente no logran sus objetivos. La invasión rusa a Ucrania lo muestra y ya generó cuatro crisis globales: energética, alimentaria, migratoria y política. No importa cuán avanzado está el mundo, el atraso en esto es grande. En Afganistán rige la antigua ley del “ojo por ojo”, que las naciones más avanzadas aún aplican. Los países no se valen de las ciencias que resuelven conflictos: la economía del comportamiento, la psicología cognitiva y evolutiva, las neurociencias y las ciencias de datos analizan cómo pensamos, decidimos, cambiamos nuestras conductas o las mantenemos. Y es fundamental la acción diplomática.

La OTAN tuvo en 2021 un presupuesto de defensa de US$ 1,13 billones. EE.UU., a pesar de que el presidente Joe Biden en su primer discurso en la ONU (2021) dijo que “el poder militar no debe usarse como respuesta a los problemas que enfrentamos”, tuvo ese año el presupuesto de defensa más elevado del mundo: US$ 778.000 millones. Biden, que se declara católico practicante, aprobó una insólita propuesta: la CIA le presentó la forma de matar al líder de Al-Qaeda, Al Zawahiri (71 años). Para ello le llevó una maqueta de la casa donde éste vivía con su familia, indicándole que por la mañana solía estar en un balcón, hacia donde un dron con dos misiles podía matarlo. Biden aprobó la propuesta tras solicitar que no hubiera víctimas civiles y que se tuvieran en cuenta otros factores. El asesinato fue el 31 de Julio pasado a las 6,18. En esa misma casa vivía Ben Laden –inspirador del ataque a las Torres Gemelas– donde fue asesinado, hecho presenciado por Biden como vicepresidente junto al presidente Barack Obama (2011).

China incrementó 76% su presupuesto militar en una década, siendo el segundo tras el de EE.UU. Creció durante 26 años consecutivos. Ahora probó el lanzamiento de un proyectil desde un vehículo que vuela a una velocidad cinco veces mayor a la del sonido, tecnología que EE.UU. y Rusia no poseen, según informó The Wall Street Journal. Mientras el ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, decía que “los militares deben prepararse para la guerra a fin de defender la soberanía, la seguridad y el desarrollo del país”, el presidente Xi Jinping le pedía a Rusia sobre Ucrania: “China espera que las partes se comporten de manera racional, sean moderadas, realicen conversaciones y resuelvan sus preocupaciones en materia de seguridad mediante métodos políticos.”

Hoy Rusia posee más de seis mil armas nucleares y compite con China al anunciar que pronto tendrá misiles que superan hasta nueve veces la velocidad del sonido. Al querer incorporar más soldados para llegar a 1,5 millón de combatientes, miles de jóvenes huyeron del país. Sus ingenieros militares buscan lograr sistemas de combate de última generación.

Corea del Norte disparó su misil más potente desde 2017 y anunció que tendrá la fuerza nuclear más poderosa del mundo. Polonia, ante la invasión rusa a Ucrania, duplicará su fuerza militar a 300.000 soldados que, según expertos, es la mejor del continente.

Pero hay excepciones. El Papa Francisco dijo en Navidad: “Las armas no son el camino”. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó desde Ucrania: “No hay forma de que una guerra pueda aceptarse en el siglo XXI. Es un absurdo.” El primer ministro de la India, Narendra Modi, cuando su país asumió recién la presidencia del G-20, dijo: “A lo largo de la historia se vivió la escasez, por lo que la confrontación era la norma. Hoy tenemos los medios para satisfacer las necesidades, por lo que es innecesaria una era de guerras. ¡No debe serlo! Fomentaremos mitigarlas.”