Anuncian cambios en las economías de la región

Nuevos anuncios hubo en octubre último, en Washington, en las reuniones semestrales del Banco Mundial y del FMI, a las que asistieron ministros y presidentes de bancos centrales, entre ellos Alfonso Prat-Gay y Federico Sturzenegger de la Argentina. Los países latinoamericanos coincidieron allí en la necesidad de reformar sus economías, a raíz de la caída de los precios de los commodities.
El economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, presentó su informe semestral con una fuerte recomendación a las economías de la región para que reconviertan su producción y las exportaciones. Indicó que el dinero fácil de los tiempos con precios altos para bienes primarios ha terminado y no hay indicios de que vaya a volver. Fue preciso en su afirmación: “No se ilusionen. La caída del precio de los commodities será permanente, no va a cambiar.” Y a quienes piensan en el retorno de los precios altos, les dijo: “Es el típico pensamiento de los políticos que prefieren que el mundo los ayude, antes que poner ellos en marcha los ajustes necesarios.” En la visión del Banco Mundial todo ello quedó atrás. En su informe indicó que el precio del petróleo seguirá bajo, igual que el de los minerales y alimentos, como la soja.

El FMI, a su vez, informó que las economías latinoamericanas se desaceleraron en forma considerable en 2014 y se contrajeron en 2015, previéndose una disminución de la producción para este año. El ministro de Economía de Perú, Alfredo Thorne, indicó que su país reducirá la dependencia de las exportaciones de cobre y cambiará los motores del crecimiento. El presidente del Banco Central de Paraguay, Carlos Fernández Valdovinos, dijo que están impulsando exportaciones de mayor valor agregado para no depender de los productos agrícolas, como la soja. El titular del Banco Central de Brasil, Ilan Goldfajn, coincidió en que esperar crecer por el alza de precios de los commodities es bueno pero no permanente, por lo que consideró necesario hacer reformas para aumentar la productividad.

En el caso de la Argentina, de la Torre indicó que posee “una interesante interacción entre capital humano mejor educado y tecnología”, y resaltó la aplicación que ha hecho el país para la producción de soja. Agregó que nos ve con “extraordinaria potencia para regenerar una capacidad exportadora” y recomendó también otros caminos, como “hacer más películas para Hollywood, por ser una actividad en la que los argentinos se destacan y el comienzo de una industria que puede crecer”.

También en octubre se trató en nuestro país el valor del conocimiento para crecer. Fue en el 52° Coloquio de IDEA, en Mar del Plata, donde un panel de especialistas y empresarios trató el tema “Economía del conocimiento. Explorando la frontera”. Se indicó que la economía del conocimiento está cambiando el mundo y que mientras hace diez años las principales empresas eran las que producían bienes físicos, como Exxon Mobil o General Electric, hoy las que basan su producción en los intangibles están en los primeros lugares: Apple, Microsoft, Amazon y otras.

Los cambios anunciados no deben desplazar la producción de bienes primarios. La Argentina es gran productor de soja, tercer exportador mundial; los Estados Unidos producen el doble que nuestro país y son el primer exportador mundial, pero la economía norteamericana no depende de la soja pues es tecnológicamente avanzada. De allí que los países desarrollados subsidian al campo, cuando en la Argentina el campo viene subsidiando al país.

Revista Criterio, Diciembre de 2016